LOS DOS ENFOQUES PRINCIPALES DE LA COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA
Existen dos grandes enfoques en la comunicación participativa que hoy todo el mundo acepta como lógicos. El primero es la pedagogía dialogal de Paulo Freire (1970, 1973, 1983, 1994), y el segundo abarca las ideas de acceso, participación y auto-gestión articuladas en los debates de la UNESCO de los años1970 (Berrigan, 1977, 1979).
Cada proyecto de comunicación que se autonombra participativo acepta estos principios de comunicación democrática. Sin embargo, existe hoy en día una gran variedad de experiencias prácticas y de intenciones. Antes de ponernos a explorar estas diferencias es útil revisar brevemente los acuerdos comunes.
El argumento freiriano funciona por medio de una estrategia teórica dual. Insiste en que los pueblos subyugados deben ser tratados como sujetos plenamente humanos en cualquier proceso político. Esto implica comunicación dialogal. Aún si se inspira parcialmente en el existencialismo sartriano –respeto hacia la personalidad autónoma de cada ser humano-, su fuente más importante es una teología que exige respeto para la otredad –en este caso la de otro ser 48 | ISSN 1696-2079 Jan serVaes y patCHanee maliKHao humano.
La segunda estrategia es un momento de esperanza utópica derivada del joven Marx que plantea que la especie humana tiene un destino más allá de la satisfacción de las necesidades materiales. También retoma de Marx la insistencia en soluciones colectivas. Las oportunidades individuales, enfatiza Freire, no son la solución a situaciones generalizadas de pobreza y subyugación cultural.
Estas ideas son profundamente impopulares en los círculos de las élites, incluso de las del Tercer Mundo; sin embargo, la noción freiriana de comunicación dialogal es ampliamente aceptada como una teoría normativa de comunicación participativa.
Un problema con Freire es que esta teoría de comunicación dialogal está basada en un diálogo grupal, más que en medios tan amplios como la radio, la televisión y la prensa. Freire también le presta poca atención al lenguaje o a la forma de comunicación, dedicando la mayor parte de su discusión a las intenciones de los actos de comunicación.
El segundo discurso sobre comunicación participativa es el lenguaje de la UNESCO sobre auto-gestión, acceso y participación en la reunión de 1977 en Belgrado, anteriormente Yugoslavia. El informe final de esta reunión define estos términos de la siguiente manera:
- “Acceso” refiere al uso de los medios a favor del servicio público. Se puede definir en términos de oportunidades disponibles al público para escoger programas variados y relevantes y para tener medios de retroalimentación para transmitir sus reacciones y demandas a los organismos de producción.
- “Participación” implica un nivel más elevado de involucramiento público en los sistemas de comunicación. Incluye el involucramiento del público en el proceso de producción y también en la gestión y la planificación de los sistemas de comunicación. “Participación” puede ser solamente la representación y la consulta del público en la toma de decisiones.
- Por el otro lado, “auto-gestión” es la forma más avanzada de participación. En este caso, el público ejerce el poder de la toma de decisiones al interior de las empresas de comunicación y está también plenamente involucrado en la formulación de las políticas y de los planes de comunicación.
Acceso por parte de la comunidad y participación de la comunidad deben ser definidos como factores claves, tal como lo resume de manera elocuente Berrigan: “[Los medios comunitarios] son medios a los cuales los miembros de la comunidad tienen acceso, para su información, educación, entretenimiento, cada vez que desean este acceso. Son medios en los que la comunidad participa, como planificadores, productores, y actores. Son los medios de expresión de la comunidad y no para la comunidad” (Berrigan, 1979: 8). Refiriéndose a la reunión de 1977 en Belgrado, Berrigan (1979:18) relaciona (parcialmente) acceso con recepción de información, educación y entretenimiento considerados relevantes por la comunidad: “[Acceso] puede ser definido en términos de oportunidades disponibles al público para escoger programas variados y relevantes y para tener medios de retroalimentación para transmitir sus reacciones y demandas a los organismos de producción”.
Otros limitan acceso a los medios de comunicación masiva y lo consideran como “los procesos que permiten a los usuarios entregar insumos relativamente abiertos e ineditados a los medios de comunicación masiva” (Lewis, 1993: 12) o como “la relación con el público y con las instituciones radio-televisivas establecidas” (Prehn, 1991: 259). Tanto los enfoques dirigidos a la producción como a la recepción del ‘acceso’ se pueden considerar como relevantes para entender los ‘medios comunitarios’ y se incorporarán en la Tabla 1.
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA PARA EL CAMBIO SOCIAL
Participación significa una repartición más equitativa de tanto el poder político como econó-mico, lo cual a menudo lleva a reducir los privilegios de ciertos grupos. Un cambio estructural significa redistribución del poder. En las áreas de la comunicación masiva, muchos expertos de la comunicación están de acuerdo que el cambio estructural debe ocurrir primero para poder establecer luego políticas de comunicación participativa. Mowlana y Wilson, por ejemplo, plantean: «Las políticas de comunicación son básicamente derivadas de las condiciones e instituciones políticas, culturales y económicas dentro de las cuales operan.
Tienden a legitimar las relaciones de poder existentes en la sociedad y, por esta razón, no se les puede cambiar de manera sustancial sin que haya cambios estructurales fundamentales en la sociedad que permitan alterar estas relaciones de poder mismas” (1987: 143). 50 | ISSN 1696-2079Jan serVaes y patCHanee maliKHaoPor esta razón, el desarrollo del modelo de comunicación participativa debe implementarse conjuntamente con toda una serie de otros procesos de emancipación social a nivel local, nacional e internacional. Varios autores han tratado de resumir los criterios de tal modelo de comunicación. El científico latino-americano Juan Somavia (1977, 1981) enumera los siguientes componentes (ligeramente adaptados) como esenciales:
(a) Comunicación es una necesidad humana: La satisfacción de la necesidad de comunicación es tan importante para una sociedad como la preocupación por la salud, nutrición, vivienda, educación y trabajo. Junto con todas las otras necesidades, la comunicación debe habilitar a los ciudadanos a emanciparse completamente. El derecho a informar y a estar informado y el derecho de comunicar son derechos humanos esenciales tanto individuales como colectivos.
(b) Comunicación es un derecho humano delegado: Al interior de su propio contexto cultural, político, económico e histórico, cada sociedad debe ser capaz de definir de manera independiente las formas concretas de organización de su proceso de comunicación social. Puesto que existe una variedad de culturas, también puede haber una variedad de estructuras organizacionales. Pero, cualesquiera que sean las formas de la función de comunicación, siempre se deben priorizar los principios de comunicación y accesibilidad.
(c) Comunicación es una faceta del proceso de concientización, emancipación y liberación de la sociedad. La responsabilidad social de los medios en el proceso de cambio social es muy amplia. Efectivamente, después del período de educación formal, los medios son los agentes más importantes de educación y socialización. Son capaces de informar o desinformar, exponer o esconder hechos importantes, interpretar eventos de manera positiva o negativa, etc.
(d) El papel de la comunicación implica derechos y responsabilidades/obligaciones. Puesto que los medios ofrecen en realidad un servicio público, deben funcionar en el marco de una responsabilidad social y jurídica que refleje el consenso social de la sociedad. En otras palabras, no hay derechos sin obligaciones. Por esta razón, el derecho y la libertad de comunicar, deben ser enfocados desde una perspectiva triple: en primer lugar, es necesario que el público participe efectivamente en el campo de la comunicación; en segundo lugar, se necesita diseñar un marco dentro del cual esto se pueda hacer; y, en tercer lugar, los medios deben gozar de autonomía profesional y no estar sujetos a presiones económicas, políticas u otras.
En resumen, la comunicación participativa para el cambio social ve a la gente como el núcleo del desarrollo. Desarrollo significa elevar los espíritus de una comunidad local para que esté orgullosa de su propia cultura, intelecto y medio ambiente. El desarrollo busca educar y estimular a la gente para que sea activa en los mejoramientos individuales y comunitarios manteniendo siempre una ecología balanceada. La participación auténtica, aunque muy presente y aprobada en la literatura, no es del interés de todos. Debido a su concentración local, los programas participativos de hecho no son fáciles de implementar ni altamente predecibles ni fácilmente controlables.