lunes, 17 de octubre de 2011

LOS DOS ENFOQUES PRINCIPALES DE LA COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA

Existen dos grandes enfoques en la comunicación participativa que hoy todo el mundo acepta  como lógicos. El primero es la pedagogía dialogal de Paulo Freire (1970, 1973, 1983, 1994), y el  segundo abarca las ideas de acceso, participación y auto-gestión articuladas en los debates de la  UNESCO de los años1970 (Berrigan, 1977, 1979).

Cada proyecto de comunicación que se autonombra participativo acepta estos principios de comunicación democrática. Sin embargo, existe hoy en día una gran variedad de experiencias prácticas y de intenciones. Antes de ponernos a explorar estas diferencias es útil revisar brevemente los acuerdos comunes.

El argumento freiriano funciona por medio de una estrategia teórica dual. Insiste en que los pueblos subyugados deben ser tratados como sujetos plenamente humanos en cualquier  proceso político. Esto implica comunicación dialogal. Aún si se inspira parcialmente en el existencialismo sartriano –respeto hacia la personalidad autónoma de cada ser humano-, su fuente  más importante es una teología que exige respeto para la otredad –en este caso la de otro ser  48 | ISSN 1696-2079 Jan serVaes y patCHanee maliKHao humano.

La segunda estrategia es un momento de esperanza utópica derivada del joven Marx que plantea que la especie humana tiene un destino más allá de la satisfacción de las necesidades materiales. También retoma de Marx la insistencia en soluciones colectivas. Las oportunidades individuales, enfatiza Freire, no son la solución a situaciones generalizadas de pobreza y  subyugación cultural.

Estas ideas son profundamente impopulares en los círculos de las élites, incluso de las del Tercer Mundo; sin embargo, la noción freiriana de comunicación dialogal es ampliamente  aceptada como una teoría normativa de comunicación participativa.

Un problema con Freire es que esta teoría de comunicación dialogal está basada en un diálogo grupal, más que en medios tan amplios como la radio, la televisión y la prensa. Freire también le presta poca atención al lenguaje o a la forma de comunicación, dedicando la mayor parte de su discusión a las intenciones de los actos de comunicación.

El segundo discurso sobre comunicación participativa es el lenguaje de la UNESCO sobre auto-gestión, acceso y participación en la reunión de 1977 en Belgrado, anteriormente Yugoslavia. El informe final de esta reunión define estos términos de la siguiente manera:

- “Acceso” refiere al uso de los medios a favor del servicio público. Se puede definir en términos de oportunidades disponibles al público para escoger programas variados y relevantes y para tener medios de retroalimentación para transmitir sus reacciones y demandas a los organismos de producción.
- “Participación” implica un nivel más elevado de involucramiento público en los sistemas de comunicación. Incluye el involucramiento del público en el proceso de producción y también en la gestión y la planificación de los sistemas de comunicación. “Participación” puede ser solamente la representación y la consulta del público en la toma de decisiones.
- Por el otro lado, “auto-gestión” es la forma más avanzada de participación. En este caso, el público ejerce el poder de la toma de decisiones al interior de las empresas de comunicación y está también plenamente involucrado en la formulación de las políticas y de los planes de comunicación.

Acceso por parte de la comunidad y participación de la comunidad deben ser definidos como factores claves, tal como lo resume de manera elocuente Berrigan: “[Los medios comunitarios] son medios a los cuales los miembros de la comunidad tienen acceso, para su información, educación, entretenimiento, cada vez que desean este acceso. Son medios en los que la comunidad participa, como planificadores, productores, y actores. Son los medios de expresión de la comunidad y no para la comunidad” (Berrigan, 1979: 8). Refiriéndose a la reunión de 1977 en Belgrado, Berrigan (1979:18) relaciona (parcialmente) acceso con recepción de información, educación y entretenimiento considerados relevantes por la comunidad: “[Acceso] puede ser definido en términos de oportunidades disponibles al público para escoger programas variados y relevantes y para tener medios de retroalimentación para transmitir sus reacciones y demandas a los organismos de producción”.

Otros limitan acceso a los medios de comunicación masiva y lo consideran como “los procesos que permiten a los usuarios entregar insumos relativamente abiertos e ineditados a los medios de comunicación masiva” (Lewis, 1993: 12) o como “la relación con el público y con las instituciones radio-televisivas establecidas” (Prehn, 1991: 259). Tanto los enfoques dirigidos a la producción como a la recepción del ‘acceso’ se pueden considerar como relevantes para entender los ‘medios comunitarios’ y se incorporarán en la Tabla 1.



COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA PARA EL CAMBIO SOCIAL

Participación significa una repartición más equitativa de tanto el poder político como econó-mico, lo cual a menudo lleva a reducir los privilegios de ciertos grupos. Un cambio estructural significa redistribución del poder. En las áreas de la comunicación masiva, muchos expertos de la comunicación están de acuerdo que el cambio estructural debe ocurrir primero para poder establecer luego políticas de comunicación participativa. Mowlana y Wilson, por ejemplo, plantean: «Las políticas de comunicación son básicamente derivadas de las condiciones e instituciones políticas, culturales y económicas dentro de las cuales operan.

Tienden a legitimar las relaciones de poder existentes en la sociedad y, por esta razón, no se les puede cambiar de manera sustancial sin que haya cambios estructurales fundamentales en la sociedad que permitan alterar estas relaciones de poder mismas” (1987: 143). 50 | ISSN 1696-2079Jan serVaes y patCHanee maliKHaoPor esta razón, el desarrollo del modelo de comunicación participativa debe implementarse conjuntamente con toda una serie de otros procesos de emancipación social a nivel local, nacional e internacional. Varios autores han tratado de resumir los criterios de tal modelo de comunicación. El científico latino-americano Juan Somavia (1977, 1981) enumera los siguientes componentes (ligeramente adaptados) como esenciales:

(a)  Comunicación es una necesidad humana: La satisfacción de la necesidad de comunicación es tan importante para una sociedad como la preocupación por la salud, nutrición, vivienda, educación y trabajo. Junto con todas las otras necesidades, la comunicación debe habilitar a los ciudadanos a emanciparse completamente. El derecho a informar y a estar informado y el derecho de comunicar son derechos humanos esenciales tanto individuales como colectivos.
(b)  Comunicación es un derecho humano delegado: Al interior de su propio contexto cultural, político, económico e histórico, cada sociedad debe ser capaz de definir de manera independiente las formas concretas de organización de su proceso de comunicación social. Puesto que existe una variedad de culturas, también puede haber una variedad de estructuras organizacionales. Pero, cualesquiera que sean las formas de la función de comunicación, siempre se deben priorizar los principios de comunicación y accesibilidad.
(c)   Comunicación es una faceta del proceso de concientización, emancipación y liberación de la sociedad. La responsabilidad social de los medios en el proceso de cambio social es muy amplia. Efectivamente, después del período de educación formal, los medios son los agentes más importantes de educación y socialización. Son capaces de informar o desinformar, exponer o esconder hechos importantes, interpretar eventos de manera positiva o negativa, etc.
(d)  El papel de la comunicación implica derechos y responsabilidades/obligaciones. Puesto  que los medios ofrecen en realidad un servicio público, deben funcionar en el marco de una responsabilidad social y jurídica que refleje el consenso social de la sociedad. En otras palabras, no hay derechos sin obligaciones. Por esta razón, el derecho y la libertad de comunicar, deben ser enfocados desde una perspectiva triple: en primer lugar, es necesario que el público participe efectivamente en el campo de la comunicación; en segundo lugar, se necesita diseñar un marco dentro del cual esto se pueda hacer; y, en tercer lugar, los medios deben gozar de autonomía profesional y no estar sujetos a presiones económicas, políticas u otras.

En resumen, la comunicación participativa para el cambio social ve a la gente como el núcleo del desarrollo. Desarrollo significa elevar los espíritus de una comunidad local para que esté orgullosa de su propia cultura, intelecto y medio ambiente. El desarrollo busca educar y estimular a la gente para que sea activa en los mejoramientos individuales y comunitarios manteniendo siempre una ecología balanceada. La participación auténtica, aunque muy presente y aprobada en la literatura, no es del interés de todos. Debido a su concentración local, los programas participativos de hecho no son fáciles de implementar ni altamente predecibles ni fácilmente controlables.

miércoles, 24 de agosto de 2011

EL DERECHO HUMANO A LA INFORMACIÓN Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE COMUNICACIÓN DE MASA

El derecho a la información es un pilar de suma relevancia del Estado de derecho; ya que no puede existir una vigencia de un estado sin derecho a la información, ya que al  mismo tiempo garantiza la liberta de pensamiento. Es decir que si en un estado no dejan que los miembros del  mismo tengan el derecho de información, estos no podrán ejercer el control sobre la ciudadanía en cuánto al orden público.

Hay que tener presente que los medios de comunicación de masa no reflejan los deseos y las perspectivas de la mayoría. Inmersos en el contexto de la sociedad de mercado, tienden a reproducir el discurso dominante y a ocultar las verdaderas demandas sociales, reduciendo al máximo las discusiones entre el Estado y la sociedad civil. La presente nota pretende discutir el tema, partiendo de un retrospectiva histórica, dirigiendo el análisis hacia el papel que deben jugar las escuelas de comunicación en la búsqueda de la superación de esta forma de actuar de los medios, posibilitando la edificación, el mantenimiento y la consolidación de otro modelo de comunicación, de rasgo popular, que priorice la construcción de la ciudadanía.
  
  1. Comunicación y propaganda

En el proceso evolutivo de los estudios acerca de los medios de comunicación de masa (MCM) se encuentran teorías que  nos sugieren variados prismas para el análisis del proceso de construcción y de la recepción de los mensajes, partiendo de la teoría de la Aguja Hipodérmica y de la Teoría del Espejo pasando por otras explicaciones que contemplan los aspectos psicológicos, sociológicos, históricos, antropológicos, sosteniendo tesis más críticas y reflexivas acerca del proceso comunicativo.

Se pretende aquí suscitar una reflexión acerca del papel de los MCM en las sociedades, sobre todo, dirigir tal reflexión para la necesidad de reformular la praxis de los mismos, resaltando la función que deben ejercer las escuelas de comunicación en el proceso de formación de los profesionales hacia un cambio en la praxis de la comunicación masiva, sobre todo respecto al derecho a la información. Así, se partirá de una retrospectiva histórica, con el objetivo de conducir la reflexión acerca del proceso evolutivo de la comunicación, principalmente a partir del uso de los medios como instrumentos de propaganda ideológica.

La introducción de la imprenta en la sociedad occidental representó en el siglo XV un significativo avance tecnológico y contribuyó para dinamizar la comunicación humana. La generalización del uso de la prensa permitió el desarrollo de un flujo informativo cada vez mayor e importante. Pasaron a ser producidos en serie no solamente libros, sino también periódicos que posteriormente sirvieron como instrumentos propagadores de las ideas dominantes en la sociedad de la época.

Ese proceso no se detiene, por el contrario, se potencia cada vez más con la aparición de otros medios de comunicación, como la Radio, el Cine, la Televisión y más recientemente Internet, y un sinfín de aparatos tecnológicos haciendo que las sociedades estén cada vez más provistas de información como jamás se ha visto. Sin embargo, hay que aclarar que ese flujo tan intenso y continuo de información no quiere decir que esas informaciones estén disponibles de la manera más democrática, aunque a muchos les parezca.

 
2. Democracia y  comunicación

Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

Existen varias razones para pensar que las nuevas formas de producción, la tecnología y la liberalización de los mercados ha cambiado de manera acelerada y radical la concepción de los medios de comunicación en las sociedades democráticas. Es un cambio en el que los medios forman parte fundamental y adjetiva principalmente en las relaciones Estado-sociedad. Como consecuencia del desarrollo y crecimiento de los grandes conglomerados de la comunicación, los medios actuales difícilmente se conciben en el esquema tradicional de espacio público, sino que se definen como espacios privados susceptibles a influir en la política, gestión Estatal y en la vida privada de los individuos.

En el libro Deus é inocente: a imprensa, não (traduciendo al castellano: Dios es inocente, la prensa, no), el periodista brasileño Carlos Dornelles expone, utilizando ejemplos de los grandes medios de comunicación de masa del Brasil, como la cobertura mediática de las guerras de Afganistán y de Irak contempla los intereses de los EE.UU. y sus aliados, manipulando las informaciones de manera que los musulmanes siempre sean visto como los villanos. Aunque el libro aborde la prensa brasileña, ese mismo análisis se aplica a otras regiones.

La Cable News Network, mas conocida como CNN, de propiedad de Robert Turner (Ted Turner), por ejemplo, deja eso explícito en los últimos comicios electorales para la Casa Blanca. Sus coberturas se limitaron casi exclusivamente a la discusión de los programas de gobierno y de las polémicas que giraron en torno de apenas dos candidaturas: Barack Obama y John McCain –respectivamente de los partidos Demócrata y Republicano. Dejó de fuera las candidaturas de Cynthia Mckinney y de Alan Keyes, dos otros candidatos negros –ella del Partido Verde y él candidato independiente–, además de Ralph Nader (también independiente), Chuky Baldwin (Partido de la Constitución), Bob Barr (Partido Libertario) y Brian Moore (Partido Socialista).

Los Estados Unidos –y el mundo– no tuvieron acceso a las discusiones de las demás candidaturas, pues las coberturas se limitaron a los candidatos que ocupaban la primera y la segunda posiciones en las encuestas electorales.
CNN es solamente un ejemplo. En Brasil, todas las cadenas de televisión y todos los periódicos concentraron sus atenciones exclusivamente a las candidaturas más fuertes –demócrata e republicana– “olvidándose” de las demás. Eso comprueba que, aunque los medios aparenten un status de democráticos, de participativos, todavía distan de las necesidades reales de las sociedades consideradas democráticas.

Los contenidos diseminados por los medios, en su mayoría, no buscan suscitar en la sociedad cuestionamientos y, en consecuencia, un cambio de comportamiento frente a los mayores problemas que afligen a los individuos que componen dicha sociedad. No se preocupan tampoco en ampliar el grado de educación de los receptores, como ejemplo tenemos la mayoría de la programación televisiva, cuyo objetivo primordial es promover el merchandising desmedido para impulsar cada vez más el consumo compulsivo.

3. La unción social de la comunicación

Los MCM en nuestras sociedades atienden cada vez menos al ideal de democracia. Y es para estos medios que las escuelas de comunicación están formando cada año millares de jóvenes: están siendo formados profesionales que, en el mercado, serán especializados en vender productos camuflados de noticias, de información. Analizando bajo esta perspectiva, se puede preguntar: ¿es posible seguir por otro camino?, de ser posible, ¿cual camino sería este?

Felipe Pena (2005) llama la atención para la necesidad de poner en práctica lo que él llama de “periodismo resistencia”. Para él, este periodismo consistiría en la aplicación práctica de preceptos relacionados a la función social de la actividad, o sea, la resistencia de  la concepción mercantilista del periodismo, refutando la clasificación de la noticia cómo simple mercancía o las limitaciones de las rutinas productivas. Defiende la posibilidad de construcción social de la realidad a través de la actividad periodística y la  profesión de periodista como importantes en esta dinámica.
  
Los medios, tal como se configuran actualmente, no incentivarán la diversidad del pensamiento, el análisis y la reflexión generalizada, al contrario, tienen la tendencia de contribuir cada vez más para la conformación de una sociedad pautada en la sedimentación de los valores del sistema establecido.  “Son los ‘agentes de mediación’ que tienen el papel de “dar una estructura representativa” a hechos ocurridos, dotando su proposición de un sentido y ofertándola a la recepción de un público extenso, pero fragmentado y descontinuado” (Polistchuk,  Trinta, 2003, p. 149).
  
De un modo general, los mass media no auxilian en la  ampliación del margen de reflexión de la sociedad sobre los problemas que la afligen. Al revés, la orientan para un alejamiento masivo que no contribuye para la mejora de la capacidad reflexiva de los ciudadanos, buscando reducir estos a meros decodificadores de mensajes, la mayoría de ellos transmitidas de manera limitada, propiciando una visión unilateral, fragmentada y descontinuada de los hechos.

4. Las escuelas y el derecho a la información

Aunque muchos ya estén identificando en los medios de comunicación esa falta de actuación concientizadora, incentivadora de una praxis reflexiva de la sociedad, no se ven propuestas claras de cómo solucionar dicho problema. Así, quedan las preguntas: ¿de dónde debe partir esa acción de redireccionar la praxis de los medios de comunicación, especialmente la periodística?, y ¿cuáles son las posibilidades de que ese redireccionamiento realmente ocurra? Considerando el rumbo que vienen siguiendo los MCM? ¿Podrán las generaciones futuras conocer otra forma de direccionamiento de la actividad comunicacional de masa, priorizando la información, la formación, la reflexión y el debate?

Por ahora lo que se puede decir es que hay vida profesional –aunque por el momento sin tanta estructura– fuera de los grandes medios, por ejemplo en comunidades carentes, en organizaciones no-gubernamentales y en otras entidades con potenciales a ser explorados en el campo de la comunicación para que, en el futuro, quizás se pueda vislumbrar cambios significativos en los MCM.  Este re-direccionamiento pondría a prueba la vanidad personal de muchos postulantes de la carrera de comunicador social, que ven en esta la posibilidad de tener sus imágenes y/o firmas estampadas en los grandes medios, “invadiendo” los espacios de millares o millones de receptores. Talvez fuese responsable por una significativa reducción del número de candidatos a las plazas ofrecidas en las diversas escuelas de comunicación en todo el mundo. Pero, probablemente, sería responsable también por el cambio de paradigma del escenario comunicacional de masa. La futura configuración estaría basada en la “fórmula”: menos glamour, más compromiso social y por tanto derecho a la información.

Es importante resaltar el papel deben tener las escuelas de comunicación en el sentido de incentivar y promover ese tipo de discusión y de iniciativas, con el objetivo de la ruptura de ese modelo superficial de comunicación predominante.

La actuación de las escuelas debe residir, sobre todo, en el objetivo de proporcionar a los futuros profesionales una visión más amplia del papel social de la comunicación en las sociedades, posibilitando su aproximación con realidades que les permitan entrar en contacto con la comunicación popular, no solamente para estudiarla, sino para interferir en la práctica, para su implantación, su fortalecimiento y su constitución en una alternativa que, en el futuro, presione a las grandes empresas mediáticas a redimensionar su actuación.

Reunir esfuerzos para implantar Radios y TV comunitarias, impresos alternativos –y hacerlos funcionar según ese perfil realmente democrático, todo eso codo a codo con la participación efectiva de la ciudadanía– es condición sine qua non para la construcción de una comunicación ciudadana y democrática.


Espero y sea de su total agrado...


jueves, 7 de julio de 2011

LA TEORÍA ESTRUCTURALISTA

Enfoca su atención hacia la organización desde el punto de vista de su estructura de su funcionamiento y de los medios que utiliza  para lograr sus objetivos, así igual para con la sociedad.

Representa un verdadero desdoblamiento de la teoría de la burocracia y una leve aproximación  a la teoría de las relaciones humanas  con una visión crítica de la organización formal.


CARACTERÍSTICAS

Los estructuralistas afirman que los sentidos nos enseñan  y que los medios de comunicación son solo modalidades de transmisión mediante las cuales  se reestructuran determinadas formas que enriquecen su fuerza de expresión; es decir, que son condicionantes para codificar o reforzar lo que en la sociedad tiene ya un sentido.

Dentro de esta teoría, la sociedad se constituye  en la medida que tiene determinadas reglas o estructuras que producen el sentido de los acontecimientos, los cuales son producto de las normas que los hombres han asimilado en sociedad y les permite evocar en común los mismos significados.

ORÍGENES

-Oposición surgida entre la teoría tradicional y la teoría de las relaciones humanas.
-Necesidad de considerar la organización como una unidad social grande y compleja donde interactuan  muchos grupos sociales que comparten los objetivos de la organización.
-La influencia del estructuralismo en las ciencias sociales y la repercusión de estas en el estudio de las organizaciones.
-Por el nuevo concepto de estructura.
-Se distingue por que tratan de combinar la estructura formal con aspectos del comportamiento humano y la conexión de la organización con todo el sistema social.
-Analiza los conflictos que se generen por las contracciones propias de la estructura y el disfuncionamiento, clasificandolos para facilitar su manejo.

EN LAS ORGANIZACIONES

La teoría estructuralista se concentra  en el estudio de las organizaciones, principalmente en su estructura interna y en su interacción con otras organizaciones con el fin de alcanzar objetivos específicos.

Un tipo especifico de organizaciones son las formales las cuales constituyen una forma de  agrupamiento social que se establece con el propósito de alcanzar un objetivo.

TIPOLOGÍA DE ETZION
 
-Organizaciones coercitivas
-Organizaciones utilitarias
-Organizaciones normativas

TIPOLOGÍA DE BLAU Y SCOTT
 
-Miembros de la organización
-Propietarios o dirigentes de la organización
-Clientes de la organización
-Público general


DIFERENCIA ENTRE LA TEORÍA DE LA BUROCRACIA Y LA ESTRUCTURALISTA